lunes, 17 de noviembre de 2008

Satelites de Jupiter
Júpiter dista de nosotros una media de 780 millones de km, lo cual dificulta su observación telescópica detallada. Hubo que esperar hasta la era espacial para ver Júpiter de cerca, con su atmósfera compleja, su variado séquito de satélites y su débil sistema de anillos.Los sobrevuelos de la Pionner 10 en 1.973 y de la Pionner 11 un año después iniciaron el proceso. La Voyager 1 alcanzó el planeta en marzo de 1979 y la Voyager 2 lo siguió unos meses después. Ambas sondas espaciales obtuvieron imágenes detalladas le los rasgos atmosféricos del planeta y sus cuatro satélites principales.La sonda Galileo, que llegó al sistema joviano en diciembre de 1.995, ha proporcionado muchas imágenes reveladoras de Júpiter y de la superficie de sus satélites. Así mismo aportó los primeros datos directos sobre la naturaleza física y química de las capas externas de Júpiter al lanzar una sonda a la atmósfera del planeta.
Posee 16 satelites de los cuales se destacan cuatro.
Io
No está compuesto principalmente por material rocoso con un bajo contenido de hierro. Io está situado dentro del intenso cinturón de radiación formado por los electrones e iones atrapados en el campo magnético de Júpiter. A medida que la magnetosfera rota con Júpiter, envuelve a Io y arrastra consigo casi 100 kilogramos de material por segundo. El material forma un toro, una nube en forma de rosquilla que brilla con luz ultravioleta. Los iones pesados del toro se desplazan hacia el exterior, y su empuje da lugar a que la magnetosfera Joviana duplique su tamaño esperado. Algunos de los compuestos de azufre e iones de oxigeno más energéticos caen a lo largo del campo magnético sobre la atmósfera del planeta, dando lugar a auroras.
Europa
Europa, la luna de Júpiter, como se aprecia en esta imagen obtenida el 27 de Junio de 1996 por la nave espacial Galileo de la NASA, presenta en algunas zonas ciertos rasgos que se asemejan a los témpanos de hielo que se observan en los mares polares de la Tierra. Europa posee una corteza helada que ha sido drásticamente fracturada, como indican las bandas lineales de color oscuro en forma de cuña que se ven en la foto. Estas fracturas han roto la corteza en placas que llegan a tener 30 kilómetros (18.5 millas) de ancho. Las zonas comprendidas entre las placas está rellena con material que fue probablemente hielo medio derretido que se contaminó con residuos rocosos. Algunas placas se han separado y cambiado de posición. La densidad de Europa indica que tiene una cáscara de agua helada de unos 100 kilómetros (60 millas) de espesor, alguna de cuyas partes podría estar en estado líquido. De hecho, el hielo podría extenderse desde la superficie hasta el interior rocoso, pero los rasgos que se observan en esta imagen sugieren que el movimiento de las placas de hielo ha sido lubricado con hielo derretido o agua líquida que corre debajo de la superficie durante el proceso de rotura.
Ganimedes
Ganimedes es la más grande de las lunas de Júpiter y es la más grande de nuestro sistema solar con un diámetro de 5,262 km (3,280 millas). Si Ganimedes orbitase alrededor del sol en vez de hacerlo alrededor de Júpiter podría ser clasificada como un planeta. Al igual que Calisto, Ganimedes está compuesto probablemente de un núcleo rocoso con un manto de agua/hielo y una corteza de roca y hielo. Su baja densidad de 1.94 gm/cm3, indica que el núcleo ocupa cerca del 50% del diámetro del satélite. El manto de Ganimedes está compuesto probablemente de hielo y silicatos, y su corteza es una gruesa capa de agua congelada.
No tiene atmósfera conocida, pero recientemente el Telescopio Espacial Hubble ha detectado ozono en su superficie. La cantidad de ozono es pequeña comparada con la de la Tierra. Se produce a medida que partículas cargadas atrapadas por el campo magnético de Júpiter se precipitan sobre la superficie de Ganimedes. Cuando estas partículas cargadas penetran la corteza helada, rompen las moléculas de agua produciendo ozono.
Calisto
Calisto es el satélite del Sistema Solar con más cráteres. Su superficie está tan saturada de cráteres que no podrían formarse cráteres nuevos sin destruir otros viejos. Debido a su alejamiento de la influencia gravitacional de Júpiter, su corteza se congeló pronto. De hecho, los cráteres de impacto y los anillos concéntricos asociados son los únicos rasgos encontrados; no hay ninguna montaña grande. Los sistemas multianulares son casi planos, sus cráteres más grandes son poco profundos. Esto es probablemente debido a la naturaleza helada de su superficie, los cráteres más profundos y montañas han quedado nivelados porque están formados de hielo y porque el hielo fluye por el flujo de la corteza helada (como los glaciares). Por eso el relieve en Calisto raramente supera un kilómetro.
Bajo el océano, Calisto parece tener un interior extraño que no es completamente uniforme. Los datos de la nave orbiter Galileo sugieren que el interior está compuesto de piedra comprimida y hielo, con el porcentaje de piedra aumentando con la profundidad.

1 comentario:

interplanetarios dijo...

Este blog me parece muy interesante

que sigan asi..
besos.